REALIZADO CON EL APORTE DEL PROGRAMA DE MECENAZGO DE LA SECRETARÍA DE CULTURA DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

En el año 2017 presentamos desde la Asociación Cooperadora  para ser evaluado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dentro del Programa de Mecenazgo,  el proyecto de puesta en valor de los claustros del 1º piso, continuando con los trabajos que ya habíamos realizado exitosamente en el Claustro Central, la Sala de Profesores y los otros claustros de la planta baja.

La declaración del Colegio como Monumento Histórico el año anterior, fue un espaldarazo importante para lograr el apoyo al proyecto, aprobándose un aporte de $ 4.000.000,- 

Al igual que en oportunidades anteriores, la compañía Santander-Zurich de Seguros Generales fue el mecenas que aportó los fondos para las obras, por lo que agradecemos nuevamente su compromiso con el Colegio, y con los valores que promovemos de lograr para nuestros alumnos y alumnas y para los docentes, un espacio físico en las mejores condiciones posibles para desarrollar sus actividades. 

Ciertas demoras burocráticas nos impidieron comenzar las tareas hasta entrado el pasado verano de 2018/19, y desgraciadamente los costos de las obras aumentaron, por lo que acotamos las tareas de puesta en valor a los claustros del 1º piso de mayólicas verdes y al 2º piso del Gabinete de Zoología y de Química. Además se ha hecho la primer etapa de hidrolavado de los muros en los restantes claustros del 2º piso y en del 3º piso. El avance ha sido muy importante, ya que más de la mitad de las superficies de piedra parís del Colegio están completamente recuperados, dejando atrás el estado de abandono y suciedad que caracterizaba a estos espacios. Los claustros que quedan todavía sin recuperar están afectados por humedades entrantes de las terrazas y medianeras, que una vez subsanadas, permitirán completar la puesta en valor con una inversión menor.

Para esta oportunidad, se ha utilizado una tecnología de última generación con máquinas lavadoras a base de micropartículas, que permiten regular, de acuerdo a la granulometría de estas partículas, el grado de limpieza y de impacto sobre la superficie a restaurar. Los resultados fueron muy buenos, ya que logramos recuperar los revocados originales del edificio en un tiempo menor.

Dado que en la limpieza y remoción del viejo friso gris aparecieron marcas de viejos grafitis, se aplicó una veladura que emparejara los tonos y texturas de los muros.  Esa tarea excedió los aportes del programa, y se solventó utilizando aportes del Fondo Permanente de Obras  que generosamente las familias y exalumnos ayudan a conformar, por fuera de la cuota anual.

Desde la Cooperadora hemos continuado con nuestro plan de recuperación edilicia, y ya hemos logrado sumar un nuevo capítulo, que es la aprobación por parte del Programa de Mecenazgo del proyecto de reparación de la Mansarda Central, hoy en estado de colapso, y cubierta por una lona para evitar las entradas de agua de lluvia que dañan el Aula Magna y la Biblioteca. Esperamos poder implementar esta nueva mejora en los meses venideros y así sumar otro gran paso a nuestro ambicioso plan de puesta en valor del patrimonio del Colegio.

Estamos convencidos que estas obras de recuperación de los espacios del Colegio, significarán un mejor bienestar para la comunidad que los usa diariamente. No se trata solamente de restaurar estos paramentos como modo de recuperar el brillo de su arquitectura notable, sino además  con el afán de recuperar un espacio de aprendizaje, un lugar que sea contenedor, respetuoso, luminoso  y amable para los adolescentes, y se proyecte hacia el siglo XXI como un espacio tan cargado de Historia como de Futuro.